Campo Elías Rojas
Foto: Eliana Carrillo.

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Campo Elías, a sus 70 años, da cátedra en organización ganadera

Por - 24 de Octubre 2014

Muchas cosas han cambiado en los últimos años en la ganadería y si alguien puede dar fe de ello es este productor que tiene una libreta con apuntes de todo lo que pasa en su predio desde hace 28 años.


Muchas cosas han cambiado en los últimos años en la ganadería y si alguien puede dar fe de ello es este productor que tiene una libreta con apuntes de todo lo que pasa en su predio desde hace 28 años.

Han pasado 28 años desde que Campo Elías incursionó en la ganadería y desde el primer momento lo acompaña la misma libreta de apuntes. Una libreta a la que aún le quedan hojas, casi todas amarillas por el paso del tiempo, y en la que es posible apreciar la evolución que se ha dado en el sector, no tanto así con su forma de preservar la información que se genera en su predio.

“Cuando mi mamá murió ella nos dejó de herencia a mis 7 hermanos y a mí esta finca, pero ellos decidieron que yo debía cuidarla, por lo que era necesario demostrarles yo qué hacía con los animales o la leche que sacaba”, cuenta Rojas, quien está cerca de los 70 años. (Lea: Recolección de datos del predio fortalece su empresa ganadera)

La historia de este productor empezó en 1986, desde ese momento ha dedicado su vida entera a sacar adelante a sus 7 hijos y su esposa por cuenta de su pequeña explotación pecuaria, la cual está ubicada en Istalá Sur, una vereda que hace parte del municipio de Chinácota en Norte de Santander.

En el tiempo que lleva trabajando en ganadería, Don Campo ha visto muchos cambios, especialmente en el costo de los animales, la leche y los insumos. “Mis primeras vacas las compré a $35 mil y hoy en día eso no alcanza para nada”, expresa el productor, dueño actualmente de un hato que no supera los 15 semovientes, entre los que hay hembras con las que fomenta la reproducción, mientras que los machos los vende. (Lea: De ganaderos empíricos a profesionales en el manejo del hato)

Sus animales son un híbrido entre la raza Holstein y normando, ya que a su juicio las especies puras son difíciles de mantener especialmente en momentos en los que escasea la comida por cuenta del verano.

Sin embargo, Campo Elías ha tomado una decisión importante: va a dejar de usar su viejo y amarillento cuaderno, aquel en el que hasta el día de hoy tomaba notas con precisión sobre todas las actividades de su finca. Ahora, pasará a hacer parte de los productores vinculados al programa Asistegán DRE, el cual viene liderando la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y el Fondo Nacional del Ganado, FNG.  (Lea: Taurus, software para hacer más eficiente la ganadería en Santander)

En un cuaderno Don Campo llevó los movimientos más importantes de su finca. Este proceso

empezó en 1986, ahora lo seguirá haciendo pero con la ayuda de Fedegán-FNG. Foto: Eliana Carrillo. 

Esta iniciativa le va a permitir a Rojas recibir beneficios en temas como alimentación bovina, mejoramiento genético, organización de productores y comercialización, entre otros.

“Este programa es un elemento fundamental para lograr el desarrollo del sector porque es el vehículo para que la ganadería del país perciba el proceso de modernización y el mejoramiento con nuevas tecnologías, procesos de innovación y extensión, porque en este momento la actividad tiene un desarrollo deficiente”, aseguró Olber Ayala, coordinador del proyecto Asistegán. (Lea: Este es el secreto para disminuir costos y mejorar nutrición)

El primer paso que dio el productor fue inscribirse y recibir la visita de Eliana Carrillo Maldonado, extensionista de la iniciativa, quien le contó a CONtexto Ganadero que el cuaderno que ha usado don Campo Elías durante los 28 años que se ha dedicado a la ganadería será una fuente de consulta obligada para determinar los cambios y modificaciones que se vean en el predio durante los meses venideros.

“Una vez lo visité y el ganadero me mostró cómo había llevado sus registros le expliqué que eso estuvo muy bien, pero que ahora deberá llenar una de las cartillas que hacen parte del programa para poder sistematizar los datos, sacar estadísticas y balances de lo que se ha hecho”, sostuvo la funcionaria. (Lea: "En el campo lo que más preocupa es la inestabilidad de ingresos": CCI)

Sobre el cambio, el productor de Istalá Sur mostró algo de incredulidad. Él se niega a abandonar su práctica tradicional, la misma con la que lleva 28 años en el negocio a lo que suma el hecho de no entender nada de tecnología.

"Con la explicación de Eliana anotamos en un nuevo cuaderno los animales que manejo actualmente, vamos a ver cómo me va. Esperemos que con esa tecnología se vean mejoras y se note qué es lo nuevo, porque como yo no manejo computadores ni nada de eso, dependo de la ayuda de la niña de Fedegán", afirma Rojas con humildad.

Comienza entonces una tarea que de forma conjunta deberán realizar Eliana y Don Campo. Recoger información, diligenciarla y proceder a digitalizarla para que luego de sus análisis se puedan tomar decisiones que permitan que el predio aumente su rentabilidad y el productor pueda seguir sacando adelante a sus 2 hijos menores de edad y a su esposa.