despidos del fng, despidos del fng liquidación
Foto: CONtexto ganadero.

Cargando...

A partir de octubre solo quedarán cerca de 50 personas en el FNG

Por - 30 de Septiembre 2016

Producto del proceso de liquidación en el que se encuentra inmerso el Fondo Nacional del Ganado, este mes de septiembre dejó un balance de cerca de 30 personas más despedidas. Los programas siguen estancados y los productores sin respuestas.


Producto del proceso de liquidación en el que se encuentra inmerso el Fondo Nacional del Ganado, este mes de septiembre dejó un balance de cerca de 30 personas más despedidas. Los programas siguen estancados y los productores sin respuestas.   Se podría pensar que uno se va acostumbrando, finalmente la escena se ha vuelto constante: personas que dedicaron años de su vida despidiéndose de los que por mucho tiempo fueron sus compañeros; sin embargo, nada más lejos de la realidad.   Lo que sí se repite es la sensación de injusticia, la tristeza de los que se van e incluso de muchos de los que se quedan, la inmensa soledad de un espacio que se va quedando grande para los pocos que siguen siendo parte del Fondo Nacional del Ganado, pero que igualmente saben tienen su permanencia contada. (Lea: Este es el programa del FNG que más extrañan los ganaderos)   Con la llegada del último día de septiembre llegó también la carta de despido de otro grupo de funcionarios, los cuales se suman a los que tuvieron que irse a mediados del mes, cerca de 30 personas que por decisiones del Ministerio de Agricultura se quedan sin trabajo.   La liquidación del Fondo, que durante más de 20 años administró los recursos parafiscales de la ganadería, ha sido aún más dolorosa si se quiere por cuenta de la lentitud con la que ha avanzado.   “Parece que ellos (los liquidadores) temieran o dudaran del profesionalismo del personal que labora en la entidad; prefirieron desconocer nuestras cualidades y calidades laborales y asumir que no íbamos a hacer lo que nos gusta y por lo cual tenemos un inmenso compromiso”, aseguró Alexandra Jiménez Lara *, una de las personas que fue despedida.   En el mismo sentido se pronunció Daniel Salamanca Yepes *, que aunque aclaró no llevar tantos años como muchos de sus compañeros, no por ello dejó de sentir una profunda tristeza por una decisión que sabía de antemano y que calificó de “inevitable”. (Lea: Liquidación del FNG es un retroceso de la ganadería colombiana)   Para él, “lo que está sucediendo es solo un referente en el que debería fijarse la sociedad para darse cuenta de la manera en la que el Gobierno maneja las voces disonantes. Igual, agradezco a mi equipo de trabajo y a la gente en las regiones por el apoyo que recibí desde el primer momento”, dijo.   Más preocupado se mostró Arturo Gutiérrez Lasso *, ubicado en una importante región ganadera de Colombia, quien reiteró que los programas que se adelantaban cuando era la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, la que administraba el Fondo se encuentran detenidos.   Esa situación, confesó, tiene estancado al sector. “Hemos perdido mucho tiempo y es evidente que no hay todavía un norte claro de lo que se quiere, ni cómo se quiere ni mucho menos la manera en la que se trabajará para conseguirlo”.   Gutiérrez lamentó “la familia” que decidió separar el MinAgricultura y asegura su despido es el precio que debe pagar justos por pecadores.   “Creo que en pocos casos aplicó tanto como en el del Fondo Nacional del Ganado el que este grupo de trabajo se convirtió en una familia, un equipo en el que aunque existieron diferencias y momentos difíciles, la unión y responsabilidad nos permitieron cumplirles a cada uno de los ganaderos del país”, aseveró.   Recientemente, productores de distintas zonas de la geografía nacional se han puesto en contacto con Fedegán tratando de obtener respuestas sobre el futuro de los programas, quieren saber qué es de la vida de aquellos que los atendieron durante tanto tiempo y si el gremio puede suplir la ausencia del Estado. (Lea: “Si quieren el mismo administrador, yo entrego el FNG en 8 días”: Iragorri)   Admiten que aunque han tratado de obtener respuestas en varias oportunidades no lo consiguen, ni siquiera en el propio Ministerio de Agricultura, entidad en la que se volvieron expertos en evasivas.   Tras la salida de este nuevo grupo de personas, quedarán trabajando cerca de 50, las cuales siguen tratando de tener la mejor de las actitudes y cumpliendo estrictamente con sus deberes. A ninguno le importa saber que su salida es inminente, al igual que los que tuvieron que decir adiós lo único que les interesa es que las cosas se hagan bien.