¿De qué le ha servido al agro colombiano el proceso de paz?

El primer acuerdo sustancial al que llegaron las Farc y el Gobierno sobre el tema agrario en mayo pasado dio una señal de esperanza sobre el futuro de esta negociación de paz, ya que tenía el objetivo de crear los instrumentos para solucionar los problemas estructurales del campo.

El acuerdo creó expectativas, y no solo porque era el primero al que llegaban ambas partes en la historia, sino porque daba una idea concreta de la naturaleza de este proceso: buscar cambios sociales significativos sin afectar los poderes legales establecidos. (Lea: José Félix Lafaurie ratifica posición frente a diálogos de paz)

Pero será el próximo 12 de noviembre, el día en que el Gobierno deberá responder ¿de qué le ha servido este proceso al agro colombiano?

Impresiones del proceso de paz

Para José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, el problema del sector agropecuario no es la tierra, como dicen en La Habana, sino en los altos costos de producción y la falta de tecnologías, de inversión y de vías.

“Lo único probado en 50 años de presencia de las Farc en el campo colombiano, es su capacidad de sembrar minas antipersona y narco cultivos. Durante los últimos 3 años, la situación rural de Colombia se ha complicado. Los paros agrarios son evidencia. Entonces, ¿de qué han servido diálogos de La Habana?”, agrega el líder gremial.

Por su parte, el senador del Polo Democrático Jorge Enrique Robledo, aseguró en una entrevista que le dio a CONtexto Ganadero que el acuerdo agrario debía solucionar un problema que lleva ya demasiados años en el país. (Lea: Colombia: Gobierno presiona a FARC antes de retomar diálogos de paz)

“Los colombianos deberíamos unirnos en torno a un consenso, porque veo que el Gobierno todavía intenta negar la gravedad de la crisis agraria en todas sus facetas, y claro, no es igual en todos los sectores. Lo que quiero decir es que es muy profunda: aquí llevamos 25 años de sufrimiento agrario”, dijo el parlamentario.

A su vez, Uriel Ortiz Soto, columnista y analista político, aseveró que mientas al sector agropecuario no se le haga una profunda reingeniería, las instituciones en Colombia seguirán siendo nidos de burócratas incapaces de resolver los más elementales programas propuestos por el Gobierno.

“De continuar como vamos, la desorganización y abandono del sector productor continuará siendo el escenario perfecto para que los grupos subversivos del país continúen reclutando campesinos sedientos de satisfacer sus necesidades, pues dentro de sus filas encontrarán un pedazo de pan, un uniforme y, desafortunadamente, un arma para enfrentar al Estado que los mantiene abandonados a su suerte”, arremetió Ortiz Soto.

José Antonio Ocampo, docente de la Universidad de Columbia y exministro de Hacienda, fue enfático al asegurar que los problemas rurales del país son muy serios y una prueba de ello fue el pasado paro agrario. (Lea: "Diálogos en Cuba empobrecerán la ruralidad del país”: Fedearroz)

“Es un gran problema que se mezclen, en cualquier dirección, la paz y la reelección, y esto tanto por parte del Gobierno como de la guerrilla. Muchos estamos con el proceso de paz y creemos que el Gobierno y sus negociadores lo han adelantado bien. Pero creo que para seguirlo haciendo, el presidente debe dejar en claro a la opinión pública que las negociaciones de paz y su reelección son temas diferentes”, agregó Ocampo.

Un año está próximo a cumplirse de las negociaciones, en el que se ha avanzado en uno de los cinco puntos que se tienen en la agenda.