Hay $57 mil millones disponibles para asegurar producciones agrícolas

Expertos coinciden en que que esta es una muy buena herramienta para evitar complicaciones económicas en cualquier actividad agrícola o pecuaria.

Para Jorge Humberto Botero, presidente de la Federación de Aseguradores de Colombia, Fasecolda, los productores deben ser previsivos y asegurarse en el momento indicado, pues difícilmente alguna empresa estará interesada en cubrirlos cuando se emitan las alertas por eventuales fenómenos climáticos como El Niño y “ninguna va pagarle a un productor sobre un daño que está hecho”.

“No hay ofertas de seguros en procesos que están a punto de ocurrir. Por ejemplo, al enfermo de cáncer no le van a dar un seguro de vida porque no es rentable para la empresa, las compañías no trabajan así. Entonces en el sector agropecuario muchos dirán ‘ya que viene la sequía, asegurémonos’, así no funciona el mercado porque las primas serían impagables, además, los riesgos ya transcurridos tampoco son asegurables”, enfatizó Botero. (Lea: Microcrédito y factoring, claves de Finagro para llegar a más productores)

Y a pesar de que en riesgos inminentes las compañías no aseguran al productor campesino, el sector rural debe saber que hay épocas en las cuales se podrían proteger los cultivos de estragos como fuertes vientos, lluvias, sequía, inundaciones, deslizamiento, avalanchas de origen climático, enfermedades o plagas.

De acuerdo con Rafael Hernández Lozano, gerente general de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, en el caso de ellos, asegurarse depende del momento en el que se encuentre el cultivo.

“Por ejemplo los productores del Llano, quienes en este momento y en febrero comienzan a preparar la tierra, están a tiempo de proteger el cultivo, mientras que en Tolima se está recolectando y se vuelven a alistar en el mes de marzo”, apuntó Hernández.

Sobre el tema, Indalecio Dangond, consultor en temas agroindustriales, indicó que en el caso de los productores de ciclo corto lo ideal es asegurarse 60 días antes de que empiece a darse la fase de siembra del producto y que en ello también influye la información que se transmita a través del Ejecutivo. “El Gobierno lo primero que debe hacer es dar a conocer los tipos de seguros que debe tomar el agricultor, teniendo en cuenta el producto y la región: el de riesgos climáticos o el de rendimiento y el agricultor decide cuál tomar”. (Lea: Banco Agrario trabaja para aumentar la bancarización rural)

Sin embargo, el consultor dijo que por muchos es conocido que el costo de los seguros es elevado, por lo cual los Gobiernos entran a subvencionar un porcentaje del valor de la póliza.

En ese sentido, el Fondo para el Financiamiento para el Sector Agropecuario, Finagro, indicó que para este año, a través del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Madr, se destinaron $57 mil millones para el Incentivo al Seguro Agropecuario.

Dicho incentivo consiste en otorgarle entre un 60 % y 80 % del valor de la póliza a la compañía de seguros y el porcentaje restante lo asume el productor. Dicho en otras palabras, quienes adquieran un paquete de protección en alguna de las entidades aseguradoras que actualmente ofrecen el seguro agropecuario como Mapfre, Suramericana, La Previsora, Seguros Bolívar y Allianz y expresen su interés de acceder al estímulo, podrán verse beneficiados con la protección del cultivo, inclusive en pasturas. (Lea: Fuertes críticas de la ANIF a los subsidios agropecuarios)

Para el caso de cultivos permanentes o de ciclo largo, la aseguradora Mapfre indicó que productores de palma de aceite, azúcar, plátano, banano o caucho se aseguran anualmente.

De acuerdo con datos suministrados por Mapfre, para 2014 se aseguraron 102 mil hectáreas de cultivo y se pagaron siniestros por el orden de $44 mil millones (USD$22 millones). Asimismo, las cifras de Fasecolda indican que en todo el país el crecimiento de los seguros para cubrir las áreas agrícolas sembradas presentaron un crecimiento del 89 %, y pasaron de 68 mil 491 a 129 mil 295 hectáreas. Para este año, con el presupuesto anteriormente mencionado se pueden asegurar hasta 250 mil hectáreas de cultivos.

Finalmente, para Dangond un aspecto importante a tratar dentro del panorama del seguro agropecuario es la inclusión de los gremios y el sector público y privado, con el fin de que den a conocer los estados de la producción en cada actividad, bien sea agrícola o pecuaria. “Los gremios de la producción agropecuaria deberían estar promoviendo las reuniones con Finagro y las compañías que operan el seguro, para establecer las reglas de juego de aseguramiento de su cultivo”. (Lea: Seguro Agrario)

En conclusión, cuando los riesgos son inminentes las compañías no asegurarán a los productores; por ello, el llamado es a que se asesoren, comprendan y empiecen a asegurar su producción.