Mauricio Moreno Roa
Foto: Vanguardia Liberal.

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La tecnología ha revolucionado la ganadería mundial

Por - 18 de Enero 2016


Mauricio Moreno Roa es uno de los productores pecuarios más reconocidos del país. No solo es el actual presidente de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Cebú, Asocebú, sino que durante más de 60 años ha estado ligado con el sector.   Esas 6 décadas de trabajo le han permitido no solo ser uno de los hombres que más conocen la ganadería nacional, sino realizar múltiples viajes alrededor del mundo, lo que le ayuda a tener muy clara la manera como la actividad ha evolucionado con el pasar de los años. (Crónica: Las dos caras del cacao: entre lo artificial y lo natural)   “No sé cuándo fue la primera vez que fui a la finca, creo que tenía unos 6 años y mi papá me llevó. Ese día me regaló mi primera novilla, se llamaba La Rana. Ahí empezó todo”, reconoce Moreno Roa, quien entre risas confiesa que es lo único que sabe hacer y no sabe qué tan bien.   Pedro J. Moreno, padre del dirigente, y quien falleció hace 3 años, empezó en el sector en la década del 60. Esa época el país estaba marcado por la violencia partidista, por lo que el predio que tenía don Pedro en el municipio de San Vicente de Chucurí (Santander), y en el que predominaban los semovientes Cebù y Brahman, sin dejar a un lado los cafetales y el cacao, tuvo que ser vendido. Por esa época el país era testigo de la aparición de la guerrilla.   La familia decidió comprar otra finca, esta vez en la Mesa de los Santos. Allí el fuerte fue el ganado Pardo Suizo. También la vendieron y se trasladaron al sur del Cesar. Hoy en día, tienen un predio en cercanías de Bucaramanga, pequeño e intensivo. (Crónica: 5 negocios ganaderos que diversifican en Colombia)   Los cambios más radicales que ha visto Moreno Roa durante los últimos 60 años en el sector ganadero están relacionados con la tecnología, siendo el uso de la biotecnología, el mejoramiento genético, el semen sexado y los métodos de preñez como la inseminación artificial, los más trascendentales a su modo de ver.   “Los sistemas de evaluación de animales tanto de carne y leche; la altísima precisión que tienen ese tipo de mediciones, complementadas con el último desarrollo que son las pruebas genómicas. Eso ha permitido que todas las razas especializadas tengan importantísimos avances anuales en el valor genético y la capacidad productiva de los semovientes”, explicó.   Para Don Mauricio, una ventaja que se tiene actualmente y a la que hay que sacarle mayor provecho son los sémenes sexados. Es una alternativa que permite garantizar que las nuevas crías sean hembras, si el predio está dedicado a la lechería, o machos para aquellos que se especializan en la producción de carne. Se trata de un avance que aporta y brinda mucha rentabilidad. (Crónica: Muchos cubanos no saben a qué sabe la carne de res)   Moreno Roa es reconocido por el trabajo que ha adelantado en compañía de su hermano en semen sexado. Foto: sunshinecoastdaily.com.au   El experto pide no dejar atrás lo que ha generado el manejo que se le están dando a los embriones y una serie de desarrollos paralelos que han permitido reproducir las vacas en una mayor cantidad, con una mejor frecuencia. Esa técnica, sumada a la fertilización in vitro y a unas investigaciones paralelas desarrolladas son parte de lo que ha permitido mejorar los resultados de estas 2 formas de reproducir las hembras.   “Por último, está la alimentación y nutrición de los animales. El trabajo de los últimos años ha sido fundamental, una labor que se suma a los desarrollos genéticos y que hoy en día permiten que los hatos tengan producciones de más de 30 mil libras de leche por vaca. También es importante reiterar el avance que ha tenido el mundo en materia de sanidad animal”, reveló el experimentado ganadero.   Al preguntarle a Moreno Roa sobre la ganadería colombiana y sus principales cambios, no ocultó su sinsabor. Para él, si alguien se guía por la clase de semovientes que se presentan en las principales ferias ganaderas del país, se creería que hay un avance extraordinario. Pero lo que realmente ocurre es una “manipulación genética de los bovinos y la forma de ser capaces de manejarlos para darles la presentación adecuada en una feria”. (Crónica: Vacas lecheras son alimentadas con chitos, maní y galletas)   A pesar de que los animales se ven bonitos, en el fondo el país aún no avanza y evoluciona a la par de otras naciones cercanas, por lo que eso no le permite ser competitivo y pelear de igual a igual. Para Don Mauricio, es clave que los indicadores de la ganadería colombiana se modifiquen año tras año.   “En Estados Unidos, una vaca lechera aumenta su producción en 400 libras anualmente, mientras que los novillos llegan al sacrificio pesando 1.500 libras a los 15 meses de edad, eso se logra por la mejoría en los sistemas de alimentación. En Colombia, seguimos hablando de las mismas gramíneas con las alimentábamos a los ganados hace 30 o 40 años, el mismo pastico elefante, las mismas guineas y brachiarias, por lo que vemos que hay fincas que siguen produciendo la misma cantidad de leche y ganados que tardan en engordar hasta 5 años”, ejemplificó.   Incluso, gracias a los viajes que ha tenido la oportunidad de hacer alrededor del mundo, Moreno Roa aseguró que Brasil ha evolucionado tanto a nivel ganadero que logró pasar de 60 millones de cabezas de ganado hace 40 años a 220 millones de bovinos que tiene actualmente. Considera que eso se da gracias a las investigaciones adelantadas en las pasturas y a las mejoras hechas en temas alimenticios, lo que los convirtió en el más grande comercializador de carne en el mundo. (Crónica: Colegio enseña sobre sistemas silvopastoriles a bachilleres)   “El consejo es sencillo, tenemos que dejar de pensar tanto con el corazón y más con la razón. A muchos se les llena la boca diciendo que tienen 1.000 vacas, pero solo 300 de ellas son productivas. Lo ideal es tener solo 300 hembras con altos estándares de producción. Es cuestión de tomar ese tipo de decisiones trascendentales”, sentenció.   Mauricio Moreno Roa está tranquilo de cara al futuro. Su hijo, que también se llama Mauricio y es conocido en el mundo bovino como ‘Mauri’, está recorriendo sus pasos. Lo acompaña a los eventos, giras y viajes relacionados con el sector. Es en unos años será el encargado de que su legado no se pierda y continuar con la tradición que sembró hace más de 60 años don Antonio J. Moreno.

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