El toro bravo más grande que se ha lidiado en la historia de las corridas
Foto: Tomada de periodistadigital.com.

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El toro bravo más grande que se ha lidiado en la historia de las corridas

Por - 02 de Marzo 2015


Pesaba 950 kilos y era de la ganadería de Arranz. El valiente fue el diestro mexicano David Liceaga, que mató a la fiera en la Monumental de Barcelona en 1932.

Miau!" Este es el grito que se oye en el tendido 7 de Las Ventas cada vez que un ganadero presenta un toro con un peso y unas hechuras menores a las deseadas por los aficionados de tan exigente sector de la plaza.

Es sabido que a los aficionados del 7 les gustan los morlacos que pesen o incluso superen los 600 kilos.

Para ellos, se trata del toro serio y bien presentado propio de una plaza de primera; para otros, estos toros tan grandes son en realidad 'bueyes' de escasa movilidad y poca embestida. (Lea: La Santamaría se niega a dejar de gritar ¡Olé!)

Desde luego, ni unos ni otros jamás tuvieron que discutir por un toro como el que el temerario David Liceaga se atrevió a lidiar en la Monumental de Barcelona el 24 de julio de 1932.

Ese día, el diestro mexicano contempló atónito como de la puerta de toriles salía una bestia de 950 kilos. Liceaga no se lo pensó y armado de valor se peleó con la fiera hasta lograr darle la estocada ante el asombro de la afición barcelonesa.

Posiblemente el torero no lo sabía, pero ese día pasó a la historia de la Tauromaquia al lidiar el toro más grande jamás visto en una plaza. A pesar de su gesta, hoy el nombre de David Liceaga dice poco en el panorama taurino español.

El torero mexicano no solo destacó por matar al toro más grande de la Historia, sino que fue muy del gusto de la afición española en los años 30 por su manera de gallear.

Tomó la alternativa en España el 21 de julio de 1931 en la Monumental de Barcelona donde tuvo como padrino a Manolo Bienvenida y como testigo a Domingo Ortega. (Lea: Bogotá ha perdido $4.600 millones por cierre de La Santamaría)

El 25 de septiembre confirmaría alternativa en Madrid. Se retiró de los ruedos el 11 de enero de 1959 en la localidad mexicana de Mérida, en Yucatán.

La vida del maestro

David Liceaga falleció en noviembre de 1996 la ciudad de León (Guanajuato). Tenía 93 años y padecía una fibrosis pulmonar y un infarto de miocardio.

Fue un diestro completo y dominador, destacando como uno de los mejores rehileteros mexicanos y por su elegancia al gallear.

Nacido en dicha ciudad el 29 de diciembre de 1902, debutó como novillero el 29 de junio de 1927 en el antiguo Toreo de la Condesa. El 11 de enero de 1931 le otorgó su primera alternativa en el mencionado coso Manuel Jiménez, Chicuelo, al cederle la lidia y muerte de Polillero, de Zacatepec, en presencia de Carmelo Pérez.

Ese mismo año viajó a España, donde, renunciando al doctorado, actuó en 7 novilladas para que el 21 de julio, en la plaza de Barcelona, recibiera su segunda alternativa de manos de Manolo Bienvenida, con el toro Chuponero, de Guadalet, siendo el testigo Domingo Ortega.

Ceremonia que confirmó en Madrid el 25 de septiembre cuando Nicanor Villalta le cedió el burel Buñuelo, de José Encinas, siendo el testigo Domingo Ortega.

En 1938, por segunda ocasión, renunció al doctorado actuando con éxito en la temporada de novilladas de El Toreo. (Galería: Toro de lidia, una raza de tradición)

Y así, el 18 de diciembre de dicho año recibió su tercera alternativa de manos de Fermín Espinosa, Armillita, con Cabrero, de La Punta, en presencia de Silverio Pérez. En la Monumental Plaza México se despidió el 2 de febrero de 1947, pero volvió a reaparecer en Ciudad Juárez (Chihuahua) el 20 de junio del siguiente año.

Y, en definitiva, se retiró de los ruedos el 11 de enero de 1959 en Mérida (Yucatán).

Fuente: http://www.periodistadigital.com/ocio-y-cultura/toros/2012/10/27/el-toro-bravo-mas-grande-que-se-ha-lidiado-en-la-historia-de-las-corridas.shtml