El hombre que cambió el periodismo por la versatilidad de la herrería

Durante la vigésima versión de Agroexpo, que se llevó a cabo en 2015 en la ciudad de Bogotá, conocí a Iván Darío Gómez Londoño, un hombre dedicado a la herrería equina y a la elaboración de artesanías a base del hierro usado.   En 1990 se graduó como comunicador social y periodista de la Universidad Minuto de Dios; además, es administrador agropecuario. “Terminé mi carrera y me puse a trabajar en televisión y, la verdad, los sueldos eran paupérrimos, muy bajos. Entonces la situación me llevó a estar con los caballos, en especial en la herrería, porque empecé a trabajar con la yegua de una tía, tenía muy afectados los cascos”, indicó. (Lea: 10 recomendaciones para prevenir los cólicos en los equinos)   Ese gusto por los caballos terminó de potencializarlo su tía, quien lo animó a investigar sobre los problemas que la yegua tenía. Encontraba información en internet y en una que otra revista, fue así como se dio cuenta de que en el país no hay carreras profesionales dedicadas a la herrería. Una vez empezó a conocer más sobre el tema, Gómez Londoño terminó tratando a los equinos de su familiar y también los de algunos amigos.   “Luego me resultó un viaje en Inglaterra con David Gulli, quien es un gran herrador, con él aprendí sobre la materia y volví a Colombia. Después seguí trabajando, pero también asistí a cursos en diferentes países; ahora, no solo los tomo, los dicto. Fue así como me volví profesional hace más de 14 años”.   Entre la fuerza y el diseño   El hierro se caracteriza por ser un material de transición y es el cuarto más abundante en el mundo, según el botánico estadounidense Donald C.L. Kass y su libro Fertilidad en los suelos. Sin embargo, conseguir esta materia prima en el país lleva tiempo, según el comunicador.   “No se encuentran las platinas que normalmente se pueden conseguir en Estados Unidos. Este material es con lo que se fabrican las herraduras y de los 14 modelos de platinas que existen, en Colombia solo hay 2, las otras hay que mandarlas a hacer; son ese tipo de situaciones las que permiten que uno sea más hábil y se hagan las cosas mucho mejor”. (Lea: “La feria de 2015 desbordó nuestras expectativas”: Fedequinas)   Los principales insumos, según explicó, son hierro en diferentes formas, gas propano y carbón coque, que sirven para la producción de herraduras. Sin embargo, cuando el trabajo es especializado, se requieren clavos, escofinas, lijas y herramientas que se fabrican a mano “por necesidad”, ya que en el país no se consigue un insumo específico; la otra opción es traerla desde Estados Unidos.   “Fabricar una herramienta, como un estampador, puede estar en los $ 80 mil y traerla tiene un costo de $ 200 mil. El tema es fabricarla con los requerimientos que el mismo insumo tiene. Entonces, aunque es más económico producirla, el tiempo es el factor primordial en estos casos, porque si uno se equivoca, hay que volver a empezar”, explicó Iván Darío.   Para él, trabajar con hierro es un tema de práctica o como coloquialmente se dice: “pegarle al yunque”, porque así se adquieren destrezas, habilidades y manejo. Además, se puede apreciar el hierro en sus diferentes tonalidades, tanto colores como temperaturas, y se aprende a manejar el insumo en sus diferentes composiciones. (Lea: Curso para aprender a cuidar cascos y herrajes de los caballos)   “Todo son habilidades que se van adquiriendo con la práctica. Por eso, lo que más me gusta es el día a día, las jornadas no son las mismas. La herrería brinda la posibilidad de no caer en la monotonía. Siempre hay pacientes y herraduras diferentes”.   En Colombia, la fabricación de herraduras para caballos es un negocio en vía de desarrollo   “Hay 2 maneras de hacer las herraduras, manualmente y en serie. A mano, un juego de 4 herraduras para un caballo pueden costar $ 50 mil y hechas en una fábrica salen en $ 18 mil. Si yo las hago, las fabrico a la medida del caballo, además, puedo escoger el ancho, el grosor y la calidad del hierro, lo que da una vida útil entre 2 y 4 herrajes, mientras que una comercial es de uno solo. En otras palabras, hechas a mano duran 180 días, mientras que en serie solo 45”, enfatizó el herrero.   En su opinión, Colombia hoy día ya ingresó a la cultura del ahorro y este es un aspecto que también lo beneficia, porque el material que sobra, lo recicla, inclusive, los herrajes que encuentra viejos los convierte en obras de arte.   “En Agroexpo del año pasado tuvimos la fortuna de venderlas cuando aún no estaban terminadas. Se hacen árboles de navidad y artesanías que se convierten en otra parte de la herrería”. (Lea: Informe: Conozca las 5 razas equinas más representativas de Colombia)   La pasión detrás del hierro   Para Iván la herrería es una pasión antes que una profesión. Es un arte, una ciencia, una disciplina y la perfección. En esta actividad se maneja desde física, hasta matemáticas, pasando por cálculo, química y hasta veterinaria con sus ramas: fisiología, patologías, entre otras. “Es todo en uno”.   Entre las características que debe tener en cuenta todo aquel que ingrese a este mundo están las ganas, según el experto, porque es una labor que requiere de un estado físico, “cuando se quieren hacer las cosas no importa ni el clima ni el cansancio”. También se debe estudiar mucho, porque para Gómez la herrería es una carrera similar a la medicina en la que siempre se debe estar actualizado. Por último, se debe ser muy hábil con las manos para forjar el hierro.   “Lo más importante, al igual que en cualquier negocio, es ser completamente honesto con el cliente. Siempre le preguntan a uno si el caballo tiene solución o arreglo, cuando puede estar en muy malas condiciones, entonces uno no puede mentir. Además, siempre hay que ser puntual”, manifestó el periodista.   Es por eso que asegura que le falta por todo por aprender todo, “en esta actividad no se terminan de conocer las cosas, por eso en unos días me voy a otro curso de certificación en una escuela en Estados Unidos”. Para él esta es una carrera próspera y “nueva” en el país; además, “es muy rentable desde que se haga con todo el profesionalismo posible, porque trae muchas satisfacciones personales”. (Lea: La chalanería, un deporte que toma fuerza en Colombia)