Así es la vida de un ganadero que se sobrepuso a la guerra

Ganaderos, empresarios y comerciantes de Arauca han tenido que aprender a vivir y desarrollar sus labores en medio del flagelo y la presión de las Farc, el ELN y otras bandas delincuenciales. Para mantenerse deben ser discretos  y manejar un bajo perfil.   A mediados de los 70's, cuando apenas era un joven, Santiago Moreno Estrada*, llegó al departamento de Arauca, se radicó en el municipio de Arauquita junto a sus hermanos y empezó a trabajar día y noche para sostener a su familia.    El inicio   Moreno Estrada relató que cuando llegó, la región apenas estaba siendo colonizada y no había carreteras. Su primer acercamiento al sector fue como carnicero, ese fue uno de sus primeros trabajos y fue una labor a la que se dedicó durante varios años. (Lea: El fracaso de la política)   Comentó que con el paso del tiempo él y su familia empezaron a arraigarse a la región. Señaló que durante esa época inició el desarrollo agropecuario en la zona y su pasión por la actividad.    "Muchos empezaron a comprar parcelas y ganado. Las fincas grandes estaban en Arauca (la capital) y de allá se traía la carne y los animales. A la región llegaron personas de otros departamentos especialmente de los santanderes, Boyacá y de Antioquia, y poco a poco se fue colonizando la zona", contó.    En la década de los 70's fue cuando empezó a desarrollarse la ganadería en la zona del pie de monte, en los municipios de Arauquita, Saravena y Tame.    Confesó que se fue acercando al campo, compró algunas tierras y decidió dejar la carnicería para dedicarse a la ganadería. (Lea: Denuncian creciente ola de inseguridad en Cesar)   Gracias a su esfuerzo, trabajo, dedicación y la ayuda de préstamos bancarios, invirtió capital en su finca y comenzó a apostarle al mejoramiento genético desde sus inicios. Trajo toros de otros departamentos y los resultados se empezaron a notar.    "Mientras yo mejoraba mi ganadería, también iba impulsando y recomendando a mis vecinos y colegas para que hicieran lo mismo. Me decidí por la cría, llegué a traer genética de otros países y me empezó a irme moderadamente bien en la parte económica", comentó.    Secuestro   El ganadero sostuvo que a raíz de lo anterior y debido a que estaba empezando a prosperar, se generó mucha envidia y su alrededor, tanto así, que en 2006, fue secuestrado por un grupo paramilitar, más específicamente por miembros del bloque Centauros de las AUC, durante 28 días.    Detalló que fue un secuestro económico, y a su familia le tocó vender prácticamente todo lo que habían conseguido durante 30 años de trabajo y pedir prestado para poder reunir lo que les estaban exigiendo. Apuntó que una vez sus seres queridos pagaron una cuantiosa suma de dinero, fue puesto en libertad. (Lea: Ganaderos de Bolívar se sienten desamparados ante extorsión del ELN)   "Cuando regresé me tocó trabajar aún más duro para pagar muchas cosas porque quedamos endeudados. Empecé a vender ganado otra vez y vendí parte de mis tierras. Literalmente nos tocó empezar de cero", sostuvo.   Agregó que cuando se estaba reponiendo de ese duro golpe, nuevamente vio de cerca el terror del secuestro, pues en 2009 uno de sus hijos fue plagiado y sacado a la fuerza de la finca.    En esta ocasión el ganadero se acercó al Gaula. La información que se obtuvo fue que el hecho fue perpetrado por un grupo de delincuencia común que pretendía vender al joven a la guerrilla pero por presiones de las autoridades fue liberado a los 8 días.    La guerra   Él reconoció y dijo que 'lamentablemente' en el departamento hay una presencia muy grande de grupos al margen de la ley entre ellos, las Farc y el ELN. (Lea: "¿Qué garantía darán las Farc de que no volverán a la violencia?": procurador)   Habló sobre la reciente celebración del aniversario del ELN e indicó que durante esa fecha la dinámica siempre ha sido la misma: ese grupo realiza un paro armado, salen a las carreteras, restringen el tráfico y notifican que van a poner artefactos explosivos u otros para que no vaya a caer ningún civil.   “Durante esos días el transporte se paraliza en un 80 % o 90 %. Si bien es muy triste reconocerlo, ya uno está acostumbrado y se acopla a esa situación, por lo que entonces uno prevé un desabastecimiento, compra insumos, deja de vender los animales por esos días y prefiere quedarse en la finca y no salir”, afirmó.   Moreno Estrada reprochó la escasa presencia del Estado en el departamento y la falta de políticas de seguridad, y reiteró la necesidad de que el Ejecutivo concrete un diálogo con el ELN así como lo hizo con las Farc para intentar poner fin ese flagelo.   El ganadero concluyó diciendo que a pesar de estar viviendo en medio de la guerra por tantos años, su pasión por la ganadería es más grande que cualquier cosa y aseveró que a él le pueden quitar todas sus posesiones materiales pero nunca el amor por su familia y por la actividad. (Lea: Ganaderos ejercen su oficio en medio de amenazas y extorsiones)   *Nombre de la fuente cambiado a petición de la misma.