Así es el proceso para ser ganadero orgánico

Hace menos de 2 meses, un productor ubicado en Cundinamarca recibió la certificación que valida que su predio está totalmente limpio de químicos y tóxicos. La clave para lograrlo: decisión en el trabajo y registros de todas las actividades.   Ser uno de los pocos ganaderos en Colombia que tiene su finca certificada como orgánica es motivo de orgullo y es lo primero que percibo al hablar con Jorge Afanador, propietario de la Hacienda Los Alpes-Mirador de los Muiscas. La explotación ubicada en San Francisco, Cundinamarca, hace unas semanas atrás recibió el sello que declara que la producción que allí se adelanta es totalmente amigable con el ambiente.    Al consultarle sobre cómo fue ese tránsito de la ganadería convencional a la producción orgánica, me dice que es una decisión que se debe tener clara. En ella no deben influir la moda o el interés económico, sino que se debe sentir y querer hacerlo. Además agradece el apoyo que le brindó su familia y los colaboradores del predio en ese proceso, pues si no hubiera sido por ellos, no habría alcanzado ese logro del cual siente tanta satisfacción. (Lea: Así se alimentan las reses en la ganadería orgánica)   Al escuchar sus palabras, veo que don Jorge es un agradecido con la vida, no se quiere llevar todo el crédito ni dice que ha hecho solo el trabajo. Le da las gracias a Bioganaderos, entidad que le dio una mano importante en el cambio de la ganadería tradicional a la orgánica.   “Nosotros empezamos el proceso de ‘alistamiento’ hace mucho tiempo, pero fue hace un año exactamente cuando hago un acercamiento directo con la certificadora BCS Colombia, que es de origen alemán”, cuenta el ganadero con voz pausada y sin mucho afán. (Lea: Socios de Bioganaderos empiezan a certificarse en orgánicos)   Tras esa primera reunión, se establecen todos los parámetros y todas las modificaciones que debe haber en la finca. Me cuenta que era necesario llenar una serie de ítems en donde debía explicar en detalle cómo se está explotando la finca.   En septiembre, la empresa certificadora va a la finca y en base a la información suministrada por el ganadero, que era de 270 puntos, procedieron a realizar la verificación en una jornada que duró algo más de 8 horas. Allí evidenciaron que todo lo revelado por don Jorge era cierto y podía comprobarse con los documentos y registros que llevaba del predio.   “Lo más curioso de ese proceso es que no solo participó BCS, sino que también estuvieron funcionarios del Organismo Nacional de Acreditación de Colombia, ONAC, por lo que el reto era doble”, relata, y agrega que tras esa visita solo tuvo 17 no conformidades, por lo que le dieron un plazo adicional para corregirlas. (Lea: Los 3 ejes para desarrollar una ganadería ecológica eficiente)   Tras ese proceso, los pastos y suelos fueron sometidos a unos análisis de laboratorio, los cuales salieron perfectos y se evidenció que no había ningún rastro de químicos o tóxicos en la finca. Por lo que al haber superado con éxito todo el proceso, el 3 de junio recibió la certificación como predio orgánico primario, que cobija aspectos como tierra, forrajes y animales.   Aunque el proceso es muy rápido, es necesario demostrar que los suelos están descontaminados o que no hayan sido tratados durante mucho tiempo con algún químico, por lo que don Jorge revela que Colombia tiene miles de hectáreas que nunca han sido tratadas con esa clase de productos, lo que facilita el trámite. “Pero si se han utilizado tóxicos u otra clase de sustancias, el procedimiento dura máximo unos 3 años”, agrega.   Al preguntarle sobre los beneficios de haber optado por la ganadería orgánica, el productor asevera que los animales están más sanos y son cada vez menos los inconvenientes sanitarios, lo que genera un alivio. Y con algo de risa me confiesa que la billetera también empieza a engrosarse, ya que las utilidades se hacen más evidentes porque los costos de producción se reducen sustancialmente. (Lea: Cambiar el 'chip' hacia la ganadería ecológica, mensaje del congreso)   “Si se hace la tarea bien, es decir, preparar sus propios fertilizantes orgánicos, se preocupa por elaborar los compostajes con lo que tenga en la finca y tiene reservas de alimento, la vida se le va organizando. También es importante aprender a conocer la naturaleza, eso ayuda a que los animales estén mejor, a quedarse con más pesitos en el bolsillo y a tener muchas satisfacciones por cuenta de los resultados”, concluye.   Antes de terminar mi conversación con don Jorge, le pido un consejo para aquellos que están interesados en repetir su experiencia y me dice, con la sapiencia que dan los años, que lo más importante para lograr ser ganadero orgánico es preocuparse por la salud pública, el ecosistema, la biodiversidad, el estado de los animales y la conservación del agua, con eso claro y dejando a un lado las modas, seguramente es más fácil de lograr.