En el año 2023 Estados Unidos compró carne importada a un precio promedio por tonelada de US$7.140 mientras que China lo hizo en US$5.195. En 2024 estas cotizaciones han estado a la baja pues la ralentización de la economía China y la ahora incertidumbre por una posible recesión en EEUU han marcado menor dinámica de los precios, a lo que se suma mayor oferta de carne luego de superadas diferentes crisis pos-covid.
Para los primeros cinco meses de 2024 EEUU importó con precio promedio por tonelada alrededor de los US$5.800, mientras que China ha estado por debajo de los $US5.000 evidenciando que efectivamente las dos principales economías del mundo vienen en desaceleración económica que traduce menor consumo, por lo tanto, la reacción del mercado es la de bajar los precios finales para evitar mayores caídas en la demanda.
Con una economía mundial resfriada y la reducción en los márgenes de los comercializadores que exportan carne desde potencias ganaderas como Argentina, Uruguay, Australia y Brasil; estos han decidido poner mayores ojos en el mercado de EEUU, al menos mientas la economía China se revitaliza y con la esperanza que una recesión no llegue al país norteamericano. Es claro, los precios en EEUU también han caído, pero aun así son más atractivos que los de China.
Paralelamente, en el primer semestre del año Colombia ha vendido carne al exterior en promedio a US$3.896 por tonelada, a diferencia de 2023 cuando lo hizo en US$4.126 y de 2022 en US$4.528 por tonelada. Ahora bien, el punto es que si se tuviera admisibilidad sanitaria para la carne de bovino colombiana en el mercado de EEUU estaríamos vendiendo a US$5.800 y no a US$3.896.
Aun, después de doce años de haber entrado en vigor el Tratado de Libre Comercio con EEUU no tenemos admisibilidad, es decir no se ha logrado colocar un kilo de carne de res en Estados Unidos mientras que todos los días sí llega a Colombia leche en polvo y lactosueros de ese país. Poder destrabar dicho proceso representaría dinamizar la exportación de carne que a su vez reorganizaría la producción interna de leche, hoy en una grave crisis por la caída en la demanda, los altos precios al consumidor y mayor oferta de leche que bien podría destinarse a la cría de los terneros pensando en exportar carne a mercados de alto valor (EEUU).
Aperturar el mercado de carne colombiana en EEUU es tarea sanitaria en manos del ICA ¿cuál es el avance? pero además es asunto de política pública en materia diplomática y comercial en donde MinComercio y MinAgricultura deben poner en el radar de corto plazo dicho objetivo. Lograrlo, sin duda evitará próximas crisis lecheras en escenarios de mayor importación de lácteos como serán los venideros desde enero 1 de 2026.