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En un inicio, la noticia de la entrada de Japón al Acuerdo de Asociación Transpacífico, TPP por sus siglas en inglés, trajo consigo buenas y malas noticias para los países miembros de este Acuerdo[1].
Por un lado, tras la condición que impuso Japón para adherirse a este Acuerdo, al querer excluir sectores como el arroz; los fabricantes de textiles y calzado de Estados Unidos y los productores de lácteos de Canadá vieron con buenos ojos este hecho, porque sabían que podrían proteger estas industrias sensibles de la liberalización del TPP. (Lea: Colombia y Japón buscan concretar acuerdos comerciales)
Por otro lado, Australia y Nueva Zelanda veían la entrada de Japón como un peligro para su objetivo de eliminar los aranceles para todos los productos, especialmente los lácteos.
Los once miembros del TPP reconocían que la entrada de Japón retrasaría el ritmo de las negociaciones, porque cada país iniciaría un proceso de negociaciones bilaterales con Japón, especialmente en sectores sensibles para cada Parte. Esto representaría un obstáculo para finalizar las negociaciones del Acuerdo.
“A pesar que Japón trate de proteger sus productos, su participación en el TPP compensa sus requerimientos porque es la tercera potencia económica, la cual daría más peso económico a este Acuerdo; comparativamente las protecciones serían algo insignificantes en términos económicos”, comentaron los países miembros del TPP al conocer la intención de Japón de ser parte.
Un mes después de la celebración de la ronda de negociaciones N°16 del TPP en Singapur, en la cual conocieron la noticia oficial del interés de Japón de adherirse al Acuerdo; los países miembros se reunieron el pasado 19 de abril en Indonesia para decidir sobre la entrada de dicho país a las negociaciones.
Las reuniones dieron como resultado la aceptación en conjunto de la adhesión de Japón al Acuerdo, lo que significa que Tokio podrá unirse cuando complete con cada país miembro sus procesos internos. (Lea: México realiza primer envío de carne porcina a Japón)
Por su parte Nueva Zelanda, país que estaba en contra de la participación de Japón en el TPP, destacó tener un gran interés en asegurar que su principal exportación – productos lácteos – pueda obtener un mayor acceso al mercado japonés, el cual se encuentra muy protegido.
Finalmente, los países miembros del TPP dieron vía libre al proceso de adhesión de Japón, de manera que permita continuar rápidamente hacia el cierre de la negociación. Además, dejaron claro que iban a intensificar su participación con el fin de encontrar soluciones a los temas pendientes y sensibles para alcanzar el objetivo de un acuerdo integral, ambicioso y de estándares elevados, como el acceso en productos lácteos y las medidas sanitarias y fitosanitarias.
Esto hace pensar sobre la posición que tomará Japón en las negociaciones del Acuerdo de Asociación Económica con Colombia, en algunos sectores sensibles para ese país, especialmente los agropecuarios.
[1] Brunei Darussalam, Chile, Nueva Zelandia, Singapur, Australia, Estados Unidos, Perú, Vietnam, Malasia, México, Canadá y Japón.