Indudablemente lo más destacado en el panorama económico de 2012 fue la caída estrepitosa de la industria manufacturera que registró un descenso del 0.7%, después de haber tenido un discreto desempeño en el 2011, con un crecimiento del 3.9%. Ello es tanto más grave si tenemos en cuenta que en los tres últimos trimestres del 2012 el sector industrial pasó en rojo, lo cual se puede interpretar como una recesión de la industria nacional. Y, contrariamente a lo que esperaba el Presidente de la ANDI Luis Carlos Villegas, que “el primer trimestre de este año sea un poco mejor”, este año arrancó con el pie izquierdo con una caída de la producción industrial del 1.7% en el mes de enero.
Este resultado preliminar de comienzos de año suministrado por el DANE desvirtúa la sugerencia inicial en el sentido que la desaceleración de la economía habría tocado fondo en el tercer trimestre del año pasado. Ello llevó a manifestar al Director de ANALDEX Javier Díaz que “la tendencia es decreciente y preocupa el desempeño industrial negativo, con el riesgo de profundizarse”. Sin embargo, este hecho resulta irrelevante para el Director del DNP Mauricio Santamaría al destacar que “con excepción de la industria, todos los sectores tuvieron un buen desempeño”. Él puede repetir con el poeta Eduardo Carranza que “salvo mi corazón todo está bien”. (Lea: Exportaciones de productos agropecuarios cayeron 6,1% en 2012)
Las perspectivas no son las más halagüeñas si tenemos en cuenta que las exportaciones crecieron el año pasado sólo el 5.3% en comparación con el 12.9% de 2011, afectadas tanto por la contracción del mercado de los commodities como por la destorcida de los precios, que se ha traducido en el deterioro de los términos de intercambio.
Entre tanto las importaciones crecieron el 8%, abultando el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, acentuado además por el menor crecimiento de la IED, que además se ve neutralizada por la remesa de utilidades al exterior por un monto semejante al de la IED. A ello contribuyó también la caída del 2.3% en la recepción de las remesas de los colombianos residentes en el exterior, como consecuencia de la crisis externa que
ellos sufren en carne propia. (Columna: De capa caída)
Y el año 2013 según el DANE empezó mal, pues las ventas al exterior en el primer mes del año cayeron el 1.1%, curiosamente, debido principalmente a la baja del 19.7% en la facturación a EEUU. Entre tanto las importaciones mostraron un repunte inusitado del 19% interanual. Así las cosas, el déficit en la Balanza comercial en enero fue de US $213.3 millones, en contraste con el superávit de US $623.4 millones del mismo mes del año pasado. En ello influye, desde luego el entorno internacional tan negativo, el cual tiende a agravarse, como también en lo interno los devastadores efectos de la llamada enfermedad holandesa.
Por su parte el consumo interno, que pesa alrededor del 80% del PIB creció el 4.4%, por debajo del 5.8% de 2011. El que marcó la pauta en 2012 fue el consumo del Gobierno con un crecimiento del 5.1% frente al 2.6% de 2011, superando el de los hogares, que participa con el 65% del PIB, que fue del 4.3%, muy por debajo del 6.5% de 2011. (Lea: Dane publicó cifras consolidadas de producción ganadera en 2012)
Allí hay un riesgo, detectado por Fedesarrollo cuyo Director Leonardo Villar advierte que “el problema lo sigo viendo más en el gasto público. Debe hallarse un equilibrio fiscal razonable en el consumo del Gobierno”. Estamos de acuerdo con lo que dice el Director del DNP que “si el consumo de los hogares está fuerte la economía está fuerte”, pero lo que se observa es su debilitamiento y no propiamente su fortalecimiento, que sería lo deseable.
La situación anterior ha incidido en la percepción de los agentes del mercado, afectando la confianza del consumidor y la confianza de los industriales, que observan como se enrarece el clima de los negocios. Fedesarrollo publicó recientemente los resultados de su Encuesta de Opinión del Consumidor y de los Empresarios, la cual revela resultados sumamente preocupantes. (Lea: Leve disminución del índice de desempleo rural)
En cuanto al Índice de Confianza del consumidor este se ubicó en 14.9% en el mes de febrero de 2013, 11.9 puntos porcentuales menor al mismo mes del año pasado. En cuanto al Índice de Confianza Empresarial, este muestra el desánimo de los industriales y su pesimismo al ubicarse en -3%, lo cual significó un deterioro de 13.1 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes de febrero de 2012 y de 5.1 puntos con relación al mes anterior. “En cuanto a las condiciones para la inversión los industriales son pesimistas. La percepción de favorabilidad cayó, al pasar de 15.4% en febrero de 2012 a 9.3% en noviembre de ese año y a 0.3% en febrero de 2013”. El Gobierno anuncia medidas de choque para tratar de capear el temporal, pero ojalá no sea más de lo mismo.