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La crisis de los productores de leche en la última etapa

Por Felipe Calderón - 28 de Noviembre 2012

No se ha ratificado, por parte del parlamento colombiano, el tratado de libre comercio con la comunidad económica europea, ni ha entrado todavía leche en polvo americana, pero la situación de los productores de leche continúa deteriorándose.

Colanta, la más grande compradora de leche en el país, que estaba adquiriendo 2.400 millones de litros diarios, compra hoy 2.200 millones de litros de leche. Sin embargo, le están sobrando 200.000  litros diarios, de los cuales regala 25 mil en promociones , el resto de la leche  la está pulverizando, proceso que debe pagar de contado.

Colanta  informó que el stock de leche en polvo nacional es de 20.000 toneladas. Este año se han importado 17.000 toneladas, especialmente del cono sur.  Por su parte, solo Colanta tiene más de 7 mil toneladas que está tratando de vender a Venezuela.

Desde la semana 44, Colanta ha disminuido a sus cooperados el precio que paga por la leche de esta manera: Sabana de Bogotá $17, Magdalena medio $50,  Antioquia $30. Esto es adicional de las disminuciones en el transcurso del año. Los concentrados para lechería han aumentado más de un 8% en los dos últimos meses por la escasez del maíz y de la soya en EEUU.

La leche en polvo importada tiene un costo ya reconvertida de $ 700 por litro mientras que la leche liquida nacional se paga puesta en planta entre  $900 y $ 1.000.   Es apenas lógico que las oligopólicas empresas que comercializan la leche en el país prefieran comprar la leche más barata, es decir, leche importada; la mayoría  están importando leche en polvo.

Se comenta  con frecuencia que la leche producida en Colombia es más costosa, que somos ineficientes en la producción lechera comparados con los países desarrollados y se muestran  tablas demostrando como  la leche de Colombia es más  costosa comparada con otros países  del continente y del mundo.

Discrepo de este generalizado concepto. Es  cierto que hay zonas de tierras cálidas en donde la alimentación y la genetica están muy  atrasadas, porque son por lo general  productores  de doble propósito.

Pero las ganaderías especializadas de tierra fría especialmente de Antioquia, Cundinamarca, Boyacá  Nariño que están entre 2 y 3 mil metros, son eficientes guardadas proporciones. No nos pueden comparar con Argentina  Chile o Uruguay, donde las vacas lecheras pastan en alfalfa,  reina de las leguminosas, o las ganaderías de leche de Nueva Zelanda y del sur de Chile que tiene un régimen de lluvia ideal, unas tierras volcánicas excelentes y un clima templado muy benigno  al nivel del mar.

No conozco en Colombia finca alguna donde se pueda cultivar la alfalfa y las vacas puedan pastorear en ella sin acabarla. La mayoría de las fincas del norte de Antioquia,  la zona lechera más importante del país,  y de otras áreas de ladera deben aplicar costosos abonos para que el pasto rebrote vigoroso  en cada corte.

No hemos logrado que el silo de maíz tan indispensable para la producción de leche tenga un 30 % de materia seca o más; debemos por tanto transportar agua con él  desde las  zonas cálidas, con altísimos costos de fletes, por  malos caminos y  largas distancias de estos centros de producción,  los cultivadores de maíz y de heno, por lo general especulan con los precios de acuerdo a la urgencia  de los lecheros en las frecuentes crisis alimentarias de las vacas.

En los últimos tres años el país  ha sufrido de un verano extremo por  la corriente del Niño  y luego,  de dos terribles inviernos que anegaron, inundaron y  arruinaron a muchísimos ganaderos y agricultores del país. Hasta hace poco se anunciaba otro Niño.

Soluciones

Desde el Gobierno anterior se anunció un Conpes lechero para ayudar a modernizar y transformar el sector, la comunidad europea prometió  30 millones de euros. Desconozco si algún dinero le ha llegado a alguien. Creo que con mucho o poco dinero este sería solamente un pequeño paliativo a la crisis que  llego, no podemos transformar la producción de leche nacional, de la noche a la mañana, ni con todo el presupuesto nacional, ni tener  las carreteras, la electricidad o el agua potable tan indispensables para una eficaz y sana producción de leche.

La ganadería de leche no ha sido nunca un  buen negocio. Nunca  hemos disfrutado de bonanzas como la que tuvieron  cafeteros,  floricultores o  bananeros. No conozco el primer productor de leche que se haya  enriquecido en este sacrificado negocio, pero  conocemos todos  las grandes plantas procesadoras  de leches como Colanta, Alpina o Alquería  que tiene hoy un gran patrimonio a costa de los pequeños productores de leche del país.

Entre más pequeño es  un producto, menor precio le pagan por su leche, es la ley del embudo, el pez grande se come al chico. Paradójico, hoy están pagando mejor los comercializadores informales que las grandes plantas pasteurizadoras. Y es obvio, los  pequeños o grandes informales no tienen acceso a la barata leche importada en polvo.

La lechería mundial lleva años disminuyendo el número de productores porque se están expandiendo las grandes fincas, año por año; con más y más animales de ordeño con lo que diluyen sus costos fijos.

En Colombia  es casi imposible agrandar una finca en las zonas lecheras que son de minifundio y costosas, sería una tarea titánica y requeriría  un capital inmenso, para un negocio que hoy como está no tiene futuro.

No sabemos si el Gobierno esté dispuesto a sacrificar a 200 o 300 mil familias que van irremediablemente a la quiebra, no creemos que  pueda asumir este enorme costo social.

La  solución a corto plazo es sin duda que se utilice la salvaguarda evitando que siga llegando leche  importada subsidiada, de lo contrario se engrosaran los desempleados en las ciudades y las filas de la guerrilla en los campos.