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Ganadores y perdedores

Por CONtexto ganadero - 06 de Enero 2015

Las perspectivas de la economía global y de la latinoamericana en particular dependerán en gran medida del curso que tome la estrepitosa caída de los precios del crudo, los cuales perdieron más del 50 % en el segundo semestre del año anterior, situándose a niveles que no se veían desde 2009.

Las perspectivas de la economía global y de la latinoamericana en particular dependerán en gran medida del curso que tome la estrepitosa caída de los precios del crudo, los cuales perdieron más del 50 % en el segundo semestre del año anterior, situándose a niveles que no se veían desde 2009.

Las perspectivas de la economía global y de la latinoamericana en particular dependerán en gran medida del curso que tome la estrepitosa caída de los precios del crudo, los cuales perdieron más del 50 % en el segundo semestre del año anterior, situándose a niveles que no se veían desde 2009. En ello ha incidido la confluencia de varios factores, destacándose entre ellos la ralentización del crecimiento de la economía global, que ha llevado alFondo Monetario Internacional,FMI, a revisar a la baja sus proyecciones y a relajar la demanda de crudo, la sobreoferta  de más de 2 millones de barriles/día y la consiguiente acumulación de inventarios, así como la distensión en el conflictivo Medio Oriente.

Tanto la OPEP como la Agencia Internacional de Energía, AIE coinciden en sus previsiones para este año con respecto a la perspectiva del mercado petrolero: mientras la OPEP rectificó su pronóstico de un incremento de la demanda para este año de 1.19 millones de barriles/día a 1.12 millones, la AIE redujo sus proyecciones en 230 mil barriles/día, hasta alcanzar los 93.3 millones de barriles/día. En concepto de la AIE este bajonazo en el precio del crudo no ha estimulado mayormente la demanda mundial de este commoditie.

Si bien es cierto que los precios bajos le restan rentabilidad al negocio petrolero y desestimulan las nuevas inversiones en la industria, tornándola más selectiva y exigente en materia de costos, los eventuales recortes en los planes de las mismas, como lo advierte la AIE, “afectará la oferta, pero no ahora”. Y ello se explica porque “el proceso inicial de los proyectos de petróleo es tan largo que los cambios en los precios se demoran en afectar la oferta”.

Para el FMI, la caída de los precios del crudo, que llegó para quedarse por un largo rato, puede servir de galvanizador de la economía global, “vemos esto como una inyección de energía para la economía” afirma Olivier Blanchard, Economista Jefe de la entidad.

El impulso de la rebaja en la cotización del crudo, según el FMI, le puede significar a la economía global entre 0.3 y 0.7 puntos porcentuales de mayor crecimiento del PIB. Christine Lagarde, Directora Gerente del FMI, ha sido enfática al afirmar que “habrá ganadores y perdedores, pero en términos netos son buenas noticias para la economía global”.

Claro que el impacto es diferente de país a país, según se trate de productores o no productores; este es un juego de suma cero, unos ganan lo que otros pierden. Los productores reciben un beneficio tangible y concreto, que según cálculos se cifraba en un trillón de dólares cuando el precio había caído desde los US $115 el barril a mediados de junio hasta los US $85 el barril.  Como lo asegura el reputado analista Moisés Naím, para los estadounidenses “la caída del precio del crudo es equivalente a un recorte (o devolución) de impuestos de USD$110 mil millones”. Según el mismo Naím, en el caso de China, por cada dólar que disminuye el precio es un ahorro por valor de USD$2.100 millones”. 

En la otra cara de la moneda encontramos a Venezuela, en donde por cada dólar que cae el precio del petróleo se dejan de recibir US $700 millones; por diferencia de precios entre enero, cuando vendió su crudo a US $96.14 el barril y el 4 de diciembre, cuando lo vendió a US $68, dejó de percibir unos US $19.600 millones, equivalente al monto total de sus reservas internacionales.

Dijo alguna vez el ex presidente de EE.UU. John F. Kennedy que cuando la marea sube levanta todos los botes y eso fue lo que pasó durante toda una década que duró el ciclo de precios altos de todos los commodities, incluido el petróleo. Y, como lo afirma Win Thin, Director global de estrategia de mercados emergentes en el Banco privado Brown Brothers Harriman & Co, utilizando este símil, “los altos precios del petróleo ayudaron a muchos países a tapar sus problemas y ahora la marea está bajando y exponiendo los problemas”. Del grado de dependencia con respecto a la producción y las exportaciones del crudo y de la resiliencia de la economía de cada país dependerá qué tan nefastos serán los efectos de la destorcida de los precios del crudo.

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