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El desbarajuste fiscal

Por CONtexto ganadero - 08 de Enero 2013

A propósito de la Ley mediante la cual se aprobó el Presupuesto General de la Nación (PGN) para la vigencia del 2013 dijimos que el Gobierno y el Congreso de la República la expidieron pensando con el deseo, que se sobreestimaron los ingresos y se subestimaron las erogaciones, lo cual me llevó a concluir que dicho presupuesto estaba inflado.

Lo propio dijimos también con respecto al Presupuesto 2013 – 2014 del Sistema General de Regalías (SGR). En uno y otro caso se partió de unas proyecciones que se sabía no se iban a poder cumplir. Nos referimos fundamentalmente a la previsión de crecimiento del PIB en 2012 y 2013, los volúmenes de producción de petróleo y carbón, así como en relación al precio de los mismos.

Como es apenas obvio, si no se cumplen dichos pronósticos ello va a tener una gran incidencia en las finanzas públicas y así lo hicimos ver al cuestionar el contenido y el alcance de la reforma tributaria aprobada por el Congreso de la República en sus sesiones extraordinarias en diciembre pasado.  

Tal circunstancia pondría en riesgo el financiamiento del presupuesto, en particular de aquellas partidas que como las del SENA,  el ICBF y el Sistema de Seguridad Social en Salud (SGSSS) son eminentemente sociales y que aún no se sabe cómo serán incorporadas al mismo para la vigencia de 2013. (Sector agropecuario recibirá $380.000 millones con la Reforma Tributaria)

Recordemos que el Ministro de Hacienda hizo mucho hincapié en que esta reforma tributaria tendría un efecto neutro en materia de recaudos, dado que el Gobierno no afrontaba afugias que lo indujeran a aumentarlos. Y ello a pesar del déficit primario que acusan sus finanzas, así como la brecha persistente entre ingresos y gastos en la última década. Por ello no les tomó por sorpresa a los agentes del mercado los anuncios que hizo el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas el 28 de diciembre (y no fue ninguna inocentada!) al presentar el cierre fiscal del 2012 y la revisión del Plan financiero correspondiente al 2013.

En efecto, al desnudar la realidad de lo que será el comportamiento de las finanzas del Estado en 2013, dejó en claro el ministro Cárdenas que el déficit fiscal del Gobierno central este año será del 2.4%, el mismo del año anterior y no del 2.2% como se preveía en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP). Estamos hablando, entonces, de un déficit no despreciable de $17.7 billones, $1.8 billones por encima del cálculo inicial  (¡!).

Y no es para menos, dado que los ingresos totales del Gobierno en 2012 a $106.9 billones, $700 millardos por debajo de lo previsto en el MFMP. El Director de la DIAN Juan Ricardo Ortega, que aspiraba recaudar en 2012 $100 billones, se tuvo que contentar con $95.2 billones, $1.3 billones que lo calculado en junio. Por esta razón se debió ajustar a la baja la meta de recaudo para el 2013 en $1.4 billones menos y ello sin contar con el descuadre que al final le causó la reforma tributaria, cuyo costo supera los $500 millardos.

Es decir, que muy seguramente el descuadre será mucho mayor, todo para favorecer a las grandes empresas que fueron en últimas las beneficiarias de esta reforma, así se diga que “hemos beneficiado mucho al capital y llegó la hora de beneficiar el empleo”, como lo afirmó el ministro Cárdenas.

Pero, acaso los aportes parafiscales y la cotización en salud que se suprimieron con la reforma los hacían los trabajadores y no los empleadores. El truco radica en que los $6.7 billones que venían pagando por este concepto ahora se cubrirán con parte del impuesto de renta que venían pagando antes como tal y que ahora se recaudará a través del nuevo impuesto Contribución sobre la Renta Empresarial para la Equidad (CREE). (Insumos agropecuarios tendrían devolución de IVA en Reforma Tributaria)

Luego, el beneficiario de esta acrobacia fiscal no es el empleo sino el capital a través de sus mayores utilidades. Y así se dice que dicha reforma “favorece la equidad y el empleo formal en el país”. A todas esas, cabe preguntarse cuáles son “los sectores intocables” a los que según el Senador del PLC “le ganamos el pulso”, supuestamente “para disminuir las desigualdades y la inequidad”, porque ciertamente que al capital lo tocaron pero para favorecerlo.

Este déficit va a obligar al Gobierno a recurrir, una vez más, a la venta de sus activos remanentes, entre ellos Ecopetrol, que según el Ministro Cárdenas “no está descartada” por valor de $3 billones y al mayor endeudamiento externo.

Este último, según el Departamento de Investigaciones del Banco de Bogotá llevará a que el neto de fuentes y usos por parte del Gobierno  generará un excedente de US $600 millones, “convirtiéndose en oferente neto de divisas”, a contrario sensu de lo que pasó en 2012 “cuando fue demandante neto de dólares por US $800 millones”. El Gobierno central, entonces, en lugar de contribuir a reducir la presión sobre la apreciación del peso colombiano con respecto al dólar, va más bien a atizarla en el transcurso de este año. 

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