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Claroscuro de la ganadería

Por - 15 de Enero 2016

Colombia, un país con una tradición ganadera de más de 60 años, con el cuarto inventario ganadero de América Latina y con un gran potencial, ha trabajado en muchos frentes en búsqueda de desarrollar sus sector ganadero, abastecer el mercado nacional y conseguir llegar en firme al mercado internacional.

Colombia, un país con una tradición ganadera de más de 60 años, con el cuarto inventario ganadero de América Latina y con un gran potencial, ha trabajado en muchos frentes en búsqueda de desarrollar sus sector ganadero, abastecer el mercado nacional y conseguir llegar en firme al mercado internacional.   Los productores lecheros han buscado alternativas, se han modernizado, se han especializado, han mejorado sus raciones, han importado la mejor genética, han apropiado tecnología y han capacitado su personal. Los productores de carne han importado genética, han mejorado la oferta de forraje, han organizado sus explotaciones y también muchos han capacitado su personal. En conjunto algunos se han empresarizado y ahora buscan, apoyados por la devaluación de la moneda, salir al mercado internacional, sin embargo los obstáculos no han faltado.   Los precios de la leche y sus derivados a nivel internacional son volátiles hasta anular avizorar cualquier expectativa positiva. Los precios de la carne son favorables hoy más que nunca, para generar una cadena de productos de valor, con la que podamos conquistar mercados importantes a nivel mundial. La admisibilidad sanitaria a mercados Premium, NO aparece, y nos hemos visto relegados a exportar inicialmente a mercados  de segunda, donde los precios  son bajos, como Las Antillas,  Jordania, y Rusia.   Sin embargo, la experiencia exportadora apenas se adquiere con la ayuda de algunas empresas Internacionales como la brasilera Minerva o de algunos connacionales (como Frigorífico Camagüey) que han estado en los últimos años explorando estos mercados.   Algunos han conseguido el éxito económico, pero hoy más que nunca es recomendable dedicarnos juiciosamente a exportar carnes con valor agregado. Los machos de levante  deberíamos dejarlos en el país, como materia prima de esa cadena de valor que debe llegar a los anaqueles de los consumidores globales. Necesitamos el trabajo mancomunado del MINCOMERCIO EXTERIOR, MADR,  ICA, INVIMA y los productores representados por Fedegán, con el fin de poder sobrepasar esas oscuras  barreras comerciales, no escritas en los Tratados, y que NO permiten avanzar en los procesos.   Hoy, cuando las condiciones están dadas, el Gobierno decide cambiar de administrador del Fondo Nacional del Ganado y entregarlo a Fiduagraria, decisión que seguramente perturbará el desarrollo de los programas de apoyo que se venían dando, como los de sanidad animal, los de capacitación y los de Fortalecimiento gremial,  con gran impacto en un olvidado sector.  Ya bien lo dijo el exministro José Antonio Ocampo, facilitador de la creación de los fondos parafiscales y Jefe de la Misión Rural: “Los fondos parafiscales deben ser manejados por los productores”.   Allanando estos obstáculos y comprometiendo los productores para fortalecer los programas de cría con el fin de abastecer las explotaciones de ceba, conseguiremos generar unos ingresos muy importantes que le sirvan de motor a la economía nacional.   Andrés Jaramillo Bernal MVZ   [email protected]