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¿Por qué seguir comiendo carne?

28 de Febrero 2023

Tras la alarma creada a consecuencia del estudio realizado por la Agencia Internacional de investigación contra el cáncer (IARC), en el que se relaciona la ingesta de "carnes procesadas" con el desarrollo del cáncer de colon, la propia Organización Mundial de Salud (OMS), quién divulgó el contenido de este estudio, ha emitido un comunicado matizando sus palabras y destacando el papel que cumple la carne dentro de una dieta saludable, siempre dentro de lo que se considera un "consumo moderado".   Por ello, y porque creemos que siempre hay que ver las dos caras de una misma moneda, y estos últimos días sólo hemos visto el lado negativo, vamos a hablar hoy de los beneficios de la carne.   En primer lugar debemos destacar el gran aporte de nutrientes que nos proporciona el consumo de carne. Veamos detenidamente cada uno de ellos. (Lea: Conozca el precio que usted debería pagar por cada corte de carne)   Proteínas   Las proteínas son unas moléculas formadas por otras menores que se llaman aminoácidos y que nuestro cuerpo utiliza para crear sus propias proteínas con el ADN propio. Para elaborar una proteína endógena, nuestro cuerpo necesita una serie de aminoácidos en cantidades muy precisas. Pues bien, como el organismo animal es más parecido al humano que el de los vegetales, las cantidades de aminoácidos presentes en la carne animal son las adecuadas para nuestro cuerpo. En los vegetales hemos de combinar cereales, legumbres, semillas y frutos secos en cantidades específicas para poder proveernos de los mismos aminoácidos. Por eso se dice que la proteína animal es de alto valor biológico.   Hierro   Aunque muchos alimentos procedentes del reino vegetal contienen hierro, lo cierto es que solo la carne posee hierro hemínico (el que contiene la sangre). Este es el hierro más beneficioso para nuestro organismo, pues se asimila mejor, en más cantidad y además ayuda en la asimilación del hierro proveniente de otros alimentos.   Vitamina B12   La vitamina B12 se encuentra en abundancia en cualquier producto de origen animal, sobre todo carnes y pescados, además de huevos y leche. Sin embargo, en el reino vegetal es muy escasa. (Lea: Cuando comprar carne se convierte en todo un arte)   Es precisamente por este importante valor de la carne como suministrador de nutrientes que la FAO aboga por un mayor consumo de carne en determinadas zonas donde un alto porcentaje de la población se encuentra afectada por la malnutrición: “La mayor parte de quienes sufren carencias de micronutrientes viven en países de bajos ingresos. Las comunidades infectadas por el VIH/sida, las mujeres y los niños tienen especial necesidad de alimentos altamente nutritivos como la carne".   La Clínica Universitaria de Graz (Austria) publicó a principios de este año el estudio Asociación entre los hábitos alimenticios y varios parámetros de salud para comprobar si una dieta vegana o vegetariana era realmente más sana, como habían afirmado otros análisis anteriores. Los resultaron mostraron lo contrario. Los vegetarianos presentaron más patologías que los consumidores de carnes. De las 18 enfermedades crónicas que estudiaron, los vegetarianos enfermaban con más frecuencia en 14.   En segundo lugar, no debemos olvidar que la industria y el comercio existentes en torno a la producción y venta de carne genera empleo y sustento para un alto porcentaje de la población mundial. Por ejemplo, alrededor de 1.300 millones de personas en el mundo viven de la ganadería, de los cuales, 987 millones son pobres, según la FAO. Como explica Pablo G. Toral, investigador en nutrición de rumiantes del CSIC, la carne es la base de la economía para numerosos núcleos rurales, con un papel esencial en los países en desarrollo: “Para muchas personas del campo, principalmente en zonas más desfavorecidas, la cría de animales constituye una fuente inmediata de dinero en efectivo frente a la estacionalidad de las cosechas”.   Si analizamos las cifras de negocio de la industria cárnica en nuestro país obtenemos que estamos ante el cuarto sector industrial de nuestro país, sólo por detrás de sectores de la dimensión de la industria automovilística, la industria del petróleo y combustibles y la producción y distribución de energía eléctrica.   El sector cárnico, formado por mataderos, salas de despiece e industrias de elaborados, tiene un tejido industrial constituido básicamente por casi 3.000 pequeñas y medianas empresas. Con esta dimensión, la industria cárnica ocupa con diferencia el primer lugar de toda la industria española de alimentos y bebidas, representando una cifra de negocio de 22.168 millones de euros, más el 21,6% de todo el sector alimentario español.   Por todo ello, y como ya subrayó hace unos días el Ministro de Sanidad, podemos seguir consumiendo carne con tranquilidad, dado que por parte de las autoridades sanitarias se mantienen estrictos controles, y debemos mantener un consumo moderado de este alimento pues estaríamos obteniendo muchos beneficios.   Texto original en el siguiente enlace.