default

Cargando...

La leche: un aliado indiscutible de huesos y dientes en todas las edades

20 de Agosto 2013

Una alimentación correcta contribuye al buen desarrollo y mantenimiento de las piezas dentarias, así como también de los tejidos gingivo-periodontales.

A partir de los 24 años aproximadamente las mujeres (los hombres más tardíamente) comienzan a perder progresivamente su masa ósea, pero este proceso se da en forma asintomática y lentamente.

La pérdida de densidad mineral ósea afecta también la dentadura. El calcio es un mineral que se encuentra naturalmente en ciertos alimentos y que ayuda a que los huesos y los dientes sean fuertes. (Informe: Conozca la leche que consumen los colombianos)

Todos necesitamos calcio, pero los niños lo necesitan más porque están en la etapa de crecimiento. Además de formar y fortalecer los huesos el calcio reduce el riesgo de Osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se debiliten y se fracturen con cierta facilidad. Una ingesta adecuada de calcio, proveniente de los lácteos, es imprescindible para logar un buen pico de masa ósea a los 25 años, como anteriormente lo había comentado.

?Lácteos y su propiedad anticariogénica

Las proteínas y los minerales (calcio y fósforo) poseen propiedades anticariogénicas. Las vitaminas, las grasas y la lactosa brindan efectos protectores.

Las grasas reducen la cariogenicidad de los alimentos no se sabe con exactitud como, se cree que forman una película protectora sobre la superficie del diente lo que limitaría el contacto de los microorganismos de la placa bacteriana, o rodeando a los hidratos de carbono para que hagan su paso más rápido por la cavidad bucal. (Galería: La informalidad, un fenómeno que afecta al ganadero y al consumidor)

La presencia de fosfatos y calcio en el ambiente bucal, previene la pérdida de estos del esmalte dentario, debido al efecto iónico. El calcio ha sido considerado un elemento protector, de efecto local. La concentración de iones de calcio en la placa parece ser de importancia crítica en la determinación del rango de la desmineralización del esmalte seguida a la ingestión de carbohidratos fermentables.