creditos-carbonoFoto: antarcticlands.orgLos créditos de carbono son una forma de apoyar a los pequeños productores y a incentivar una producción cada vez mas sostenible.

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Créditos de carbono, una oportunidad para el agro

23 de Octubre 2023

El cambio climático es el factor que mayor amenaza representa para la seguridad alimentaria y la producción agrícola y pecuaria, según las Naciones Unidas, pues trae consigo consecuencias como las sequías intensas, escasez de agua, incendios graves, inundaciones, tormentas catastróficas y proliferación de plagas y enfermedades.

Lo anterior, perjudica notablemente al sector agropecuario, reduciendo el rendimiento esperado de los cultivos y su producción, dando como resultado un alza en el precio de los alimentos y un desabastecimiento de los mismos.

Esta problemática desencadena otra preocupación adicional: aumento de personas que padecen hambre en el mundo. Puntualmente en Colombia, El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas reveló que entre agosto y noviembre del 2022, en las regiones Caribe y Pacífico, la inseguridad alimentaria aumentó un 40 %, siendo un total de 15,5 millones de personas en todo el país las que padecen de esta condición.

Enfrentar los fenómenos derivados del cambio climático requiere de un fuerte compromiso global para evitar, reducir, o eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Los mercados de carbono pueden ayudar en esto al ofrecer a los pequeños productores una oportunidad para mejorar sus prácticas de cultivo, adaptándose al cambio climático, y una recompensa por su contribución a soluciones climáticas de escala global, según el portal solidaridadlatam.org

Allí se indica que los bonos de carbono son una forma de asignar un valor monetario a aquellas acciones que contribuyen a reducir, eliminar o evitar emisiones GEI, y que escalan la acción climática. Un bono de carbono representa una tonelada métrica equivalente de gases de efecto invernadero que, habiendo ya sido emitidos a la atmósfera, son absorbidos o capturados o bien cuya emisión se evita por completo. (Lea en CONtexto ganadero: Lo que debe saber sobre capitalizar bonos de carbono)

Estos bonos pueden ser vendidos y comprados en mercados de carbono. La Unidad de Captura de Carbono (CRU) es un tipo de bono de carbono que mide el carbono capturado o absorbido, a diferencia de otros bonos que miden emisiones evitadas. Los CRU provienen de prácticas de agricultura baja en emisiones de carbono, sistemas agroforestales o de la restauración de bosques, y deben cumplir con un marco de certificación y una metodología que pueda ser verificada por un tercero independiente.


Caso colombiano

“La inseguridad alimentaria es producto de varios factores que incluyen la crisis climática. En AgrodatAi, trabajamos arduamente en brindar soluciones para mitigarlo fortaleciendo a los productores de alimentos. Por eso, le apostamos a los créditos de carbono como esa alternativa de compensación; pues sólo un crédito de carbono representa la erradicación de una tonelada de CO2 de la atmósfera terrestre. Un proceso que reduce la emisión de gases de efecto invernadero y busca combatir el cambio climático, lo que al mismo tiempo ayuda a disminuir el hambre en el mundo y llevar los recursos de la venta de los créditos a los productores agropecuarios”, afirmó Carolina Huertas, CEO de AgrodatAi.

Soluciones como los créditos de carbono permiten no solo mitigar la crisis climática, aportan también al sector agropecuario en el país afinando las buenas prácticas ambientales en los campesinos, e incluyen a los pequeños productores en la participación activa de vehículos de compensación de emisiones y se mejora la producción de alimentos.

Colombia es un país privilegiado para enfrentar la problemática alimentaria, pues gracias a su distribución y gran número de hectáreas que se tienen, permite controlar la erosión, la generación, conservación y recuperación del suelo, lo que limpia el aire y regula el clima. Según datos arrojados por la última Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA) para el 2019, el país contaba con alrededor de 4.617.116 de hectáreas en cultivos, 5.175.846 de bosques y 39.017.179 en pastos, fijando una cantidad considerable de dióxido de carbono en el territorio. (Lea en CONtexto ganadero: La ganadería tiene oportunidad de generar ingresos con la captura de metano)

“A través de la tecnología buscamos mitigar el hambre, brindando herramientas a los productores agropecuarios, sobre todo a los pequeños que equivalen al 90 % del total en nuestro país, para facilitar la comercialización de sus productos y mejorar sus condiciones”, sostuvo Huertas.

La implementación de herramientas tecnológicas en el sector agropecuario permite reducir los efectos y controlar anticipadamente esta problemática mundial, mediante el monitoreo y control de los cultivos para optimizar su rendimiento y productividad.