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Claves para diseñar dietas más eficientes

20 de Junio 2016

En la producción ganadera confinada, la alimentación es el componente que representa el principal costo en el sistema. Optimizar el precio y el balance de la dieta es clave para aumentar la producción de carne. Por esto, técnicos del INTA proponen la incorporación de burlanda o expeler de soja a las raciones debido a que permiten ganancias de peso de hasta 1,6 kilos por día. (Lea: Las 5 claves para tener vacas de alta producción)   De acuerdo con Andrea Pasinato, especialista en alimentación del INTA Concepción del Uruguay –Entre Ríos–, los subproductos de la industria aceitera, como las harinas de soja o de girasol, son los principales concentrados proteicos. “En general, representan de un 5 a un 15 % de la ración seca total, según los requerimientos de los animales”, señaló y aclaró: “Debido a su alto costo, buscamos alternativas más económicas que provean la cantidad y calidad de proteína requerida por los animales”.   Considerada como una opción económica y nutritiva, la burlanda seca o húmeda (DDGS y WDGS, respectivamente por sus siglas en inglés) es un subproducto de la industria del bioetanol y puede ser utilizada como alimento para el ganado. “Se trata de un producto con excelentes cualidades, por su riqueza energética y proteica”, expresó Néstor Latimori, especialista en alimentación de bovinos para carne del INTA Marcos Juárez –Córdoba–.   Si bien no hay una receta que indique cuáles son las proporciones de cada producto, Pasinato indicó que “en un feedlot, la cantidad óptima de los DDGS es de hasta un 45 %, según trabajos realizados en los últimos dos años en el INTA Marcos Juárez”.   En este caso, la respuesta productiva fue muy buena y con altos niveles de aumentos medios diarios de peso, que superaron los 1,6 kilos. “Esto está vinculado con el alto nivel energético de las dietas y al gran potencial de ganancia de peso y de eficiencia de conversión de alimento de los animales evaluados en las experiencias”, explicó Latimori. (Lea: Así funciona el ciclo completo de la ganadería)   En la ciudad cordobesa de San Agustín, el INTA junto con Novara S A y ACA-BIO diseñaron raciones que incluyen burlanda, en reemplazo de la harina de soja, en la dieta de novillitos engordados a corral. “En novillitos, cuyo peso inicial fue de 224 kilogramos, la incorporación de hasta un 45 % en la ración permitió aumentos de hasta 1,6 kilos por día”, explicó Latimori.   Comparado con otros suplementos, este subproducto es un concentrado proteico y, al mismo tiempo, energético con un alto contenido de aceite. “Además de la alta palatabilidad –buen sabor– que presenta para el bovino, una de las principales ventajas de la burlanda es que, además, permite agregar valor en origen”, afirmó Pasinato.   El potencial de un subproducto   El uso de subproductos en la alimentación bovina a lo largo y ancho del país, “permite diseñar estrategias de alimentación más eficientes”, afirmó Pasinato y agregó: “Cada región tiene una alternativa nutritiva que se deriva de la producción local, en la pampeana es el expeler de soja y la burlanda, en el NEA el afrechillo de arroz, en el NOA la caña de azúcar, entre otros”.   El expeler de soja es un derivado del proceso de extrusado y prensado de la oleaginosa que contiene hasta un ocho por ciento de aceites, mientras que en las harinas el porcentaje se reduce a menos de dos. Además, las ventajas de su incorporación a las dietas se centran en la logística de distribución del producto para ganaderos de pequeñas escalas. (Lea: 5 errores que frenan el desarrollo de la ganadería de cría)   Ensayos desarrollados en los campos experimentales del INTA en Marcos Juárez y en Anguil –La Pampa–, orientados a analizar los efectos de la sustitución de harina por expeler, determinaron que la diferencia que se plantea en el aporte de aceites del expeler, no impacta sobre la respuesta del animal.   De hecho, “en dietas planificadas en la etapa de terminación de novillos, que incluían un 86 % de granos de maíz entero, registramos excelentes ganancias de peso, con un promedio de 1,5 kilos por día”, remarcó Latimori.   “El extrusado de soja puede sustituir a las harinas en una proporción de uno a uno”, señaló Latimori y aseguró: “El secreto está en saber adaptase e incorporar su uso en las dietas”.   Texto original en el siguiente enlace.