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La compatibilidad entre cultivos

23 de Noviembre 2015

Saber asociar los cultivos para sacar mayor beneficio en cuestiones como aprovechamiento de los nutrientes de la tierra, productividad de los sembrados o menor incidencia de plagas y enfermedades, es una práctica muy extendida y necesaria dentro de la agricultura ecológica u orgánica.   Esta consiste en cultivar dos o más tipos diferentes de hortalizas en el mismo bancal para lograr objetivos muy importantes como:   *Una buena cobertura del terreno, evitando la erosión y la compactación. Además se impide el crecimiento de plantas espontáneas o adventicias. (Blog: Disposición de los árboles de sombra para la ganadería)   *Creación de una diversidad vegetal más variada, así evitamos los monocultivos y sus carencias. Favorecemos las relaciones de intercambio mutuo entre las diferentes especies, ya que, unas plantas actúan como defensa de los parásitos que atacan a otras plantas, o mejoran las características organolépticas, etc.   *Las necesidades hídricas, de temperatura o técnicas de cultivo son similares.   *Adquieren diferentes tipos de nutrientes de la tierra, por lo que no hay gran competencia por éstos.   *Necesitan diferentes espacios y alturas para crecer, así se aprovecha más y disponen de más espacio para su desarrollo. Además aprovechar las distintas alturas que pueden ofrecer las plantas puede servir, por ejemplo, para ofrecer semisombra a cultivos que no necesitan tantas horas de sol y resguardarlos un poco de este. (Blog: Suelos sanos, clave para producir alimentos)   *Combinar especies de raíz superficial con otras de raíz profunda y especies de follaje abundante con otras con menos follaje.   *Con ciclo productivo de diferente duración para poder así cultivar hortalizas de crecimiento rápido con otras de desarrollo más lento. Así introducimos las rotaciones dentro de este sistema: con una cosecha principal (ciclo largo) y otras secundarias (ciclo corto).   En cuanto a las rotaciones de los cultivos, es una práctica que consiste en cultivar diferentes plantas en el mismo bancal cada año, estas plantas tendrán necesidades distintas y así se evita el agotamiento de la fertilidad de la tierra y se aprovechan más sus recursos.   Cada especie vegetal tiene una composición química propia y constante que requiere de una determinada absorción de elementos minerales. Por eso, cuando se cultiva la misma especie durante varios años la cosecha va disminuyendo al agotarse las sustancias que necesita la planta, al mismo tiempo que se van acumulando otras sustancias que las plantas no requieren o deben usar pero en muy poca cantidad. (Blog: El ganado engorda gracias a la sombra)   Todo esto conlleva cambios profundos en las características químicas de la tierra, del pH, de la estructura, de la microflora y de otros muchos aspectos y normalmente son para perjudicar a las plantas, produciéndose una merma en su productividad.   Un ejemplo de rotación de cultivos podría ser:   Primer año: cultivo de hortalizas de semilla, de raíz y de hoja.   Segundo año: patatas, cebollas, zanahorias.   Tercer año: hortalizas de semilla, de hoja, de fruto y de raíz.   Cuarto año: cucurbitáceas.   Quinto año: abono verde.   Fuente: Eco Agricultor   Publicación original en este enlace.