La tecnología, poderosa arma para garantizar la seguridad alimentaria

Desafíos como el cambio climático, el aumento en los precios de los alimentos y la seguridad alimentaria necesitarán mayor producción de alimentos, además de acelerar las inversiones en investigación y desarrollo agrícola. ¿ayudará la tecnología a superar estos obstáculos?

La población mundial llegó a 7.000 millones en 2011 y se espera que llegue a 9.000 millones en 2050. Mucho de este crecimiento estará concentrado en países de bajos ingresos, que ya enfrentan serios desafíos para satisfacer las necesidades básicas, incluyendo el alimento, agua, y energía.

El aumento de la población y de los ingresos impulsará la demanda por alimentos en las próximas décadas; entre 2005 y 2050 se necesitará producir casi 80 % más en carnes, 52% más cereales y 40% más tubérculos y raíces, probablemente con precios mayores. (Lea: Nuevas tecnologías fortalecerán la seguridad alimentaria en el mundo)

Por lo cual, el Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias, IFPRI, acaba de presentar los resultados del estudio: “Seguridad alimentaria en un mundo con creciente escasez de recursos naturales: el rol de las tecnologías agrícolas”, un documento en el cual se plantea la duda de que el sector agropecuario no tiene claro aún cuáles son las tecnologías agrícolas que deben aplicarse.

A su vez, el paquete tecnológico futuro tendrá un importante impacto en la producción agrícola, el consumo de alimentos, la seguridad alimentaria, el comercio, y la calidad ambiental en países en desarrollo. “El tipo y la efectividad de las tecnologías agrícolas es muy debatido, y el debate es frecuentemente polarizado. Los defensores de la agricultura intensiva piensan que las inversiones en ciencia agrícola especializadas, incluyendo la biotecnología y modificación genética, son necesarias para el crecimiento rápido de la agricultura”, le dijeron investigadores del IFPRI al portal de noticias Mitre y El Campo.

Los resultados del estudio muestran que enfrentar el reto del cambio climático de manera sostenible mientras se mejora la seguridad alimentaria de manera sustancial, requiere de un esfuerzo de tres vías: el aumento de productividad de cultivos por medio del aumento de la inversión para la investigación agrícola; desarrollo y manejo conservador de recursos; y aumento en la inversión de la irrigación. (Lea: Las nuevas tecnologías, grandes aliadas de la seguridad alimentaria)

“El manejo conservador de recursos y la tecnología deben expandirse, incluyendo la labranza cero, el manejo integral de la fertilidad del suelo, la mejor protección de cultivos y la agricultura de precisión. El aumento de inversión en irrigación rentable servirá para aumentar el retorno a otras tecnologías”, puntualizan los autores del documento.

Seguridad alimentaria y tecnología van de la mano

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, este es un momento clave para empezar a adoptar políticas que garanticen la seguridad alimentaria en el futuro, ya que la escasez de alimento aún no se siente. “América Latina puede ser una despensa mundial de alimentos en un par de décadas y Colombia es el paraíso de las frutas y las verduras, eso se debe aprovechar para que el mundo no padezca de hambrunas en cerca de tres décadas”, le dijo recientemente a CONtexto Ganadero, Rafael Zavala, representante para Colombia de la FAO.

A su vez, el profesor Albert Sasson, especialista en biotecnologías modernas, le dijo a CONtexto Ganadero que la biotecnología también juega un papel primordial en el desarrollo agropecuario y la posibilidad de abastecer a los cerca de 9.000 millones de habitantes que tendremos en 2050. (Entrevista: "Las biotecnologías ayudarán a mitigar la pobreza en el sector rural": Albert Sasson)

“Si el rendimiento de un cultivo es alto, yo no necesito talar bosques alrededor porque en la misma superficie de tierra yo puedo tener una producción interesante. Se calcula que si hoy en día no tuviéramos los 169 millones de hectáreas de cultivos transgénicos que existen, habría que extraer muchos más recursos del ecosistema natural para lograr la misma producción mundial de alimentos que tenemos hoy. Por eso, la biotecnología nos ha permitido ahorrar tierra, preservar bosques, pastos y la biodiversidad que tanto hemos perdido desde hace varios años”, concluye Sasson.